
Siempre se nos dijo que lo más importante era cumplir con la ley, ya que de esta forma las instituciones sociales y la sociedad en su conjunto funcionarían en total armonía. Pero ¿qué sucede cuando es la Ley la que no funciona acorde con la legitima justicia? ¿qué pasa cuando la ley no representa nuestros intereses sino los de países extranjeros? A lo largo de los años y sobretodo con la llegada de la democracia se acentúo la idea del Poder Soberano del Pueblo ( instituyente) digo idea porque, hasta ahora, nunca vi que la llevaran a la práctica.
En los últimos años de nuestro país asistimos perplejos a hechos con los cuales se disolvió totalmente la relación entre los conceptos de legalidad y legitimidad, asistimos así a la nueva idea de Poder Soberano del Pueblo, pero en este caso cuando hablamos "del pueblo" nos estamos refiriendo al pueblo de los Estados Unidos o de sociedades distantes a nuestros pareceres, porque parece ser que todo lo conveniente a ellos resultara con igual beneficio a nosotros , es por ello que alguna vez pensé que son “esos “ pueblos los que tiene fieles representantes en el Congreso argentino y no nosotros el verdadero pueblo.
En este caso, la legitimidad se opone totalmente a la legalidad ya que quienes dicen representarnos, en realidad, no lo hacen y por lo tanto, lo que ellos hacen legal se convierte de esa forma en ilegítimo y viceversa.
Esta divergencia no solo re marca una lucha de intereses individuales, sino se transforma en un generador de conductas instintivas que surgen de la realidad y una luchas dentro de la sociedad ocasionada por elementos ya aceptadas por los grupos aunque sin ser reconocidas como un carácter legal o normativo, o sea se convierte en algo ilegal, formando organizaciones instituyentes sin amparo legal.
Si bien hay luchas que son inevitables, y al ser inevitables intentamos aprender cosas de ellas. Hay luchas que son eternas y por eternas definen cosas, como la legendaria lucha entre el bien y el mal.
Dentro de toda organización coexisten fuerzas que están en continua tensión, están en lucha. Son fuerzas que, aunque conviven, naturalmente se contraponen. Así tenemos a “lo instituido”, que es el sistema de normas y valores que orientan las conductas, es el orden establecido y bajo un marco legal y/o normativo. En la otra esquina está “lo instituyente”, que tiene que ver con las capacidades de innovación que se presentan dentro de las organizaciones, son prácticas concretas que provocan movimiento frente a lo establecido, conductas que parten de la cultura popular buenas y malas, pero de los pueblos.
Por lo tanto, quisiera plantear la brecha que existe en nuestra sociedad entre lo legal y lo legitimo, lo que repercute enormemente, en los comportamientos organizaciones en donde ya no es tan claro la división entre lo que esta bien y lo que no.
No hay comentarios:
Publicar un comentario